Los ciclistas deben cumplir con la obligación de llevar una luz delantera y un reflectante detrás cuando circulen de noche. La infracción de circular sin las luces fue rebajada a leve en la reforma de la Ley de Seguridad Vial de mayo de 2010, intentando apoyar el uso de la bicicleta en ciudades donde se ha hecho un importante esfuerzo en la promoción de este medio de locomoción mediante la construcción de carriles bici y la implantación de servicios de alquiler.
Por lo tanto, si circulamos por la noche con nuestra bicicleta, ya sea eléctrica o normal, sin el alumbrado reglamentario, los agentes de tráfico pueden sancionarnos con una multa de 100 euros.
¿Qué tipo de faro de bicicleta elegir?
Los faros de bicicleta que resultan más fácil de instalar son aquellos que se colocan en el manillar (luces delanteras) o en la tija del sillín (luces traseras) y que, además, funcionan con pilas o se se recargan a través de un USB. Estos faros los comercializan un gran número de marcas y se pueden encontrar diseños de todo tipo y para todos los gustos.
Lo primero que debemos valorar es cual va a ser la duración de la pila o batería que vamos a necesitar. Y posteriormente deberemos saber cual brillo resulturá adecuado para el tipo de uso que damos a nuestra bicicleta. El brillo se mide en lúmenes o lux, dependiendo del fabricante. El rango de lúmenes que puedes encontrar es muy amplio, desde los 10 lúmenes hasta más de mil. Um faro que ofrezca 50 lúmenes será más que suficiente en paseos nocturnos por trayectos urbanos donde lo fundamental es que nos vean.
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